Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX cuando el bisabuelo de los Hermanos Lencina Ruiz, Laureano Lencina comenzó su andadura en las antiguas instalaciones ubicadas en la Calle Andalucía y que se mantuvieron operativas, tras sucesivas reformas, hasta los primeros años de la década de los años 80 del siglo XX, época en la que los hermanos Lencina Ruiz traslada a su actual emplazamiento, mejor situación y más espacioso que el anterior.
Es entonces cuando la empresa inicia su nueva etapa, constituyéndose primero como Comunidad de Bienes, y luego como Sociedad Limitada, registrando su marca «R. Lencina» y comenzando con el envasado de sus aceites.
Se trata, por tanto, de una empresa de estructura familiar, de entre pequeña y mediana dimensión, (dentro de un contexto provincial), profundamente arraigada en la localidad y cuyos aceites, por su gran calidad, gozan de una importante implantación en la Comarca de Hellín, lo cual, lo deja en una situación de desventaja con relación a las grandes marcas generalistas, frente a las que no puede competir en volumen de producción ni en precios, sin embargo la coloca en una posición de privilegio para su introducción en el creciente mercado de los aceites de gran calidad y esmerada presentación.